INTRODUCCIÓN.
La
utilidad y confiabilidad de los análisis clínicos dependen de que se controlen
o limiten las diversas fuentes de variación. En la etapa analítica, la medición
de volúmenes es una de las fuentes de variación más importantes y debe ser
controlada con la verificación y/o calibración periódica de los distintos
instrumentos que se utilizan.Comúnmente,
la causa de imprecisión y/o inexactitud en sistemas analíticos manuales es que
no verifican periódicamente el uso y funcionamiento de sus micropipetas. En
consecuencia, al hacerlo se obtienen coeficientes de variación (CV) y
porcentajes de error elevados (hasta 15 y 40% respectivamente). También se han
identificandoCVs elevados por el manejo de las mismas. Se ha observado que
entre las razones por las que no se verifican las micropipetas es porque no
saben cómo hacerlo y/o carecen de los recursos necesarios para llevar a cabo el
método gravimétrico o el fotocolorimétrico.
FUNDAMENTO.
Una
de las fuentes de variación que más afectan la confiabilidad de los resultados
analíticos y que se presenta con mayor frecuencia en los laboratorios de
análisis clínicos, es el inadecuado uso y funcionamiento de las micropipetas.
Las micropipetas pueden ser verificadas por el método gravimétrico o el
fotométrico; para el primero es indispensable contar con una balanza analítica
y para el segundo con pipetas previamente calibradas, recursos no disponibles
en algunos laboratorios. En esta práctica se llevará a cabo un método
fotométrico sencillo y confiable que permite evaluar simultáneamente el uso
correcto, la precisión y la exactitud de las micropipetas.
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